A la hora de aplicar o reaplicar un fotoprotector, es importante que tengas en cuenta qué partes del cuerpo van a estar expuestas al sol, tanto directa como indirectamente, pues esas son las zonas que necesitan protección. No te olvides de áreas como las orejas, la parte superior de los pómulos o los laterales del torso.

Cantidad orientativa necesaria de fotoprotector:

• 2 líneas extendidas en los dedos para la parte del rostro, para cada brazo y en los pies.

• 3 líneas extendidas en los dedos en cada pierna.

• 4 líneas extendidas en los dedos para la parte delantera del torso.

• 4 líneas extendidas en los dedos para la espalda.

Es importante aplicar el fotoprotector de forma generosa ya que si no se usa de esta forma no se llegará al factor de protección deseado y por tanto estaremos muy desprotegidos.

¿Cada cuánto debemos aplicar el fotoprotector?

La aplicación y renovación del fotoprotector es fundamental para asegurar la eficacia del tratamiento.  Es recomendable reaplicarlo cada dos horas, después de sudar, después de cada baño o si ha habido fricción con ropa, la toalla o la arena. Se recomienda limpiar la piel y volver a reaplicar el fotoprotector.

Errores frecuentes al usar un fotoprotector

De forma general el fotoprotector solar es un producto que se usa de forma inadecuada. Esto afecta directamente a la eficacia del producto y por tanto a la seguridad y protección en nuestra piel. Te contamos los errores más frecuentes:

• No revisar la fecha de caducidad del producto.

• Usar el producto pasado el año desde su apertura.

• No reaplicar el fotoprotector cada máximo dos horas o después de cada baño.

• No utilizar un bálsamo labial con fotoprotección.

• Usar solo el fotoprotector en verano.

• Exponer a los niños menores de 2 años de forma directa al sol.

• No usar fotoprotector en días nublados.

• No utilizar un fotoprotector adecuado al fototipo. Nosotros recomendamos usar siempre un SPF50+ en épocas de alta exposición para todos los tipos de piel.

• No usar un fotoprotector que abarque toda la radiación solar.

• No tener en cuenta el tipo de piel (Acneica, sensible, mixta, con rosácea, etc.)

• Olvidar usar nutricosmética solar.

• Usar nutricosmética solar y no usar un fotoprotector.

Recuerda que el sol es el principal factor de envejecimiento cutáneo. La piel tiene memoria, y los daños solares en muchas ocasiones agreden nuestros mecanismos de defensa y reparación dando lugar a arrugas prematuras, manchas, descolgamiento y pérdida de firmeza en el mejor de los casos, y en el peor, en melanoma (cáncer de piel). Si cometes alguno o muchos de estos errores te estás protegiendo de forma inadecuada de la radiación solar. Debes cambiar estos hábitos para proteger tu piel hoy y en el futuro.