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La importancia de la citología en la mujer
La citología es una prueba ginecológica que se realiza para detectar de forma precoz el cáncer de cuello de útero o cérvix. La citología, también conocida como test de Papanicolau, permite recoger una muestra de las células del cuello uterino para, después analizarlas al microscopio. Es una prueba fundamental para la salud de las mujeres ya que a parte de poder ver la presencia de células anómalas en el cuello del útero se pueden detectar las siguientes enfermedades: • Lesiones premalignas. • Alteraciones originadas por el virus del papiloma humano (VPH). • Infecciones vaginales provocadas por hongos, bacterias y parásitos. • Trastornos de células vaginales debidas a la menopausia. En general, las citologías deben repetirse cada 3 años hasta los 30 años. A partir de entonces se recomienda incorporar además la prueba del VPH para obtener una mejor detección. Sin embargo, hay en ciertos casos en los que es recomendable realizar una citología al año como en: • Si la anterior citología ha resultado positiva. • Si existen antecedentes de una ETS. • So se detectan verrugas genitales provocadas por el VPH. • Si se mantiene una vida sexual muy activa. Cosas a tener en cuenta antes de una citología Muchas mujeres están preocupadas por las sensaciones que produce una citología. La citología es una prueba indolora, pero en algunos casos sí puede causar cierta incomodidad y sensación de molestia. Igualmente, la citología es una prueba vaginal segura. El único efecto secundario posible que puede causar es ligeros sangrados, aunque ocurre con muy poca frecuencia. Por ello, es importante perderle el miedo a realizarse esta prueba que además se realiza en pocos minutos y a cambio nos ofrece una información muy importante y fundamental para tratar enfermedades que podrían resultar muy graves si no se recibe el tratamiento adecuado. Para evitar resultados alterados en una citología se recomienda: • No acudir con la menstruación ya que esto podría alterar la interpretación de la muestra recogida. • Si es posible, esperar a que hayan transcurrido cinco días desde que finalizó la menstruación. • Evitar las relaciones sexuales los días previos a la prueba. • No hacer lavados internos de la zona vaginal. • No utilizar los óvulos, cremas o espermicidas los días anteriores al test.