El daño solar. ¿Cuándo uso el protector solar y cada cuánto lo renuevo?

El 80% de los signos de la edad se deben a los factores externos del exposoma, entre ellos la radiación solar, que representa uno de los factores que mayor impacto tiene en la salud de la piel, responsable entre otras cosas del envejecimiento cutáneo.

Acción de la radiación solar:

• UVB: Se queda en la epidermis. Responsable de la quemadura solar, síntesis de melanina (bronceado duradero), aparición de manchas, arrugas profundas, quemadura solar y algunos tipos de cáncer.

• UVA: Penetra en las capas más profundas de la piel. Responsable de la coloración transitoria de la piel y no duradera, enfermedades pigmentarias, manchas, quemadura solar, arrugas, alergias, envejecimiento prematuro, afección del sistema inmunitario y cáncer de piel.

• Luz visible: Supone el 39% de la radiación. Produce eritema, manchas y daño indirecto en el ADN.

• Radiación infrarroja: Penetra a las capas más profundas. Provoca la pérdida de colágeno y elastina y produce daño indirecto en el ADN.

Todas ellas producen a su vez radicales libres que afectan gravemente a la salud de nuestra piel.

¿Cuándo uso el protector solar?

En cada exposición solar. OJO: Estamos expuestos a la radiación incluso en días nublados y en invierno. Es imprescindible protegerse adecuadamente, independientemente del clima y de la estación de año. ¡Ten especial cuidado los días nublados!

La renovación del solar es fundamental ya que la exposición al sol, calor y humedad, hacen que los filtros pierdan efectividad y una vez aplicados en la piel tienen una “caducidad” corta. ¿Cada cuánto lo renuevo?

• Cada 2 horas.

• Cada 40 minutos si nadas o sudas de forma abundante.

• Cada vez que te seques con una toalla.

• Al salir del agua, aunque sean formulas resistentes al agua.

Recuerda, la piel es el órgano más grande del cuerpo y la primera línea de defensa. 

¿Qué es el FPS (Factor de Protección Solar)? Consejos para elegir bien el fotoprotector.

La protección contra los rayos UVB se mide mediante el FPS. Indica el número de veces que el fotoprotector aumenta la capacidad de defensa natural de la piel frente al eritema (enrojecimiento). A fin de evitar las quemaduras solares, hay que elegir el FPS correcto para tu tipo de piel. En función del FPS los fotoprotectores se clasifican en:

• Bajo: Factor 6 a 10.

• Medio: 15 a 25.

• Alto: 30 a 50.

• Muy alto: 50+.

Por otro lado, la protección contra los rayos UVA se mide mediante el sistema PPD (índice de oscurecimiento pigmentario). Mide la cantidad de rayos UVA necesarios para producir la primera reacción de pigmentación de la piel. Se clasifican en:

• Bajo: 2.

• Medio: 4.

• Alto: 8.

• Muy alto: 14.

Cuanto más clara es la piel, mayor nivel de protección necesita. Para la elección del fotoprotector que más se adapte a nuestro tipo de piel, también debemos tener en cuenta el índice UVI (índice ultravioleta). Es la medida de la intensidad de la radiación UV que incide en la tierra y por tanto llega a nuestra piel. ¿Qué SPF me pongo?

• Si vas a tener una exposición solar muy intensa (alta montaña, deportes al sol intenso…) usa un SPF 50+ independientemente de tu fototipo.

• Si vas a ir al mar, montaña o vas a realizar actividades al aire libre durante mucho tiempo (exposición intensa), usa un SPF 50+ salvo si tu fototipo es del 4 al 6. En este caso, podrías usar un SPF 30.

• Si vas a tener una exposición moderada (dar un paseo, salir al campo, conducir…) usa un SPF 50+ si tienes la piel muy clara que no broncea. En el resto de casos, podrías usar un SPF 30.

Como ves, cualquier actividad al aire libre implica el uso de un fotoprotector. Nuestro consejo es que uses en verano un SPF 50+ ya que el UVI es muy alto. No olvides renovarlo con frecuencia y generosamente.

 

Regla ABCDE para la prevención del cáncer de piel.

El 90% de los casos de cáncer de piel pueden curarse si se detectan a tiempo. Por eso es importante que aprendas a examinar tus lunares y los de tus seres queridos para evitar un problema en un futuro.

Revisa tus lunares y acude al dermatólogo si observas que tus lunares presentan alguno de estos rasgos:

A: Asimetría en alguno de sus ejes.

B: Bordes irregulares.

C: Color variado, no uniforme.

D: Diámetro mayor de 6mm.

E: Evolución. Observar si alguno de los lunares cambia.

Es importante no olvidar ninguna zona de tu cuerpo.

• Revisa tu rostro y orejas. Para el cuero cabelludo usa un secador.

• Para ver la nuca, espalda, hombros, nalgas y muslos usa un espejo de mano.

• Brazos, codos, axilas y manos. No olvides las palmas y las uñas.

• Siéntate y observa de abajo a arriba. Comienza por los pies, incluyendo la planta y uñas y continúa por vientre y zona genital.

Adopta hábitos saludables frente al sol. Para evitar los daños provocados por la exposición prolongada al sol, es imprescindible seguir estos consejos.

1. No expongas a los bebés y niños directamente al sol. Las lesiones solares en personas muy jóvenes aumentan drásticamente la probabilidad de sufrir cáncer de piel. Protege a tus hijos.

2. Evita la exposición al sol entre las 12h y las 16h.

3. Protégete con un gorro, gafas de sol y camiseta.

4. Renueva el fotoprotector frecuente y generosamente.

¿Revisas con regularidad tu piel? Si no lo habías hecho antes te animamos a que la revises con frecuencia para evitar problemas.

 

Nutricosmética para evitar el daño solar. 

¿Por qué tomar un complemento alimenticio antioxidante mientras tomamos el sol? Como sabemos el sol es el factor del exposoma más dañino para la piel. Nos afecta durante TODO EL AÑO, aunque en el periodo estival suceda con mayor intensidad.

Cuando nos exponemos al sol, éste afecta a las capas más profundas de la piel. Proteínas como la elastina y el colágeno pueden verse agredidas y esto influye directamente en la firmeza de la piel favoreciendo la aparición de arrugas de forma prematura e intensificando las existentes.

La nutricosmética solar es un COMPLEMENTO a la fotoprotección tópica ya que nos aporta un cóctel de antioxidantes que son esenciales en el momento en el que la piel está expuesta al sol y por tanto está siendo agredida por los radicales libres que se liberan.

Mito: Si uso un complemento alimenticio por vía oral para tomar el sol con antioxidantes, no hace falta ponerse protector solar. Falso: La nutricosmética no sustituye al protector solar. Es el COMPLEMENTO perfecto para evitar al máximo el daño solar en nuestra piel. Además, hará que luzcas un bronceado más bonito. El fotoprotector protege tu piel en la superficie y la nutricosmética te ayuda desde el interior, en las capas más profundas de la piel. ¿Qué efecto tienen?

• Protegen y ayudan a reparar la piel desde las capas más profundas.

• Potencian un bronceado más bonito y duradero.

• Reduce el eritema solar.

• Refuerza las pieles sensibles y alérgicas ante una exposición solar.

• Disminuye la aparición de alergias solares.

Consejo: Evita las exposiciones directas al sol. Usa fotoprotección y previo a la exposición neutraliza el daño oxidativo mediante el uso de nutricosmética solar.

Mitos de los protectores solares.

Son muchos los mensajes erróneos que han ido ganando terreno a lo largo de los años sobre la protección solar y que hoy te desmentimos.

1. Con un FPS de 50 no nos ponemos morenos. Falso: A mayor FPS mayor protección de la piel, pero ésta al estar expuesta al sol, sigue sintetizando melanina y por tanto bronceándose.

2. Con protección solar puedo pasar todo el día al sol. Falso: además de renovar cada dos horas el fotoprotector, es importante cubrirnos con sombrero o gorra, especialmente en los fototipos más vulnerables, I y II.

3. Estar bronceado es sano. Falso: el “moreno” es un mecanismo de defensa de la piel ante la radiación.

4. Hay que aplicar el protector media hora antes de la exposición al sol. Falso: El protector solar empieza a ser efectivo desde el momento de la aplicación.

5. No hace falta ponerse crema solar en invierno o si está nublado. Falso: La radiación UV, aunque es más baja en invierno, sigue siendo dañina para la piel. Las nubes dejan pasar el 80% de la radiación UV y los IR no dan sensación de calor.

6. El FPS del maquillaje o de la crema hidratante es suficiente. Falso: Estos productos llevan un FPS bajo que no son suficientes en exposiciones intensas al sol.

7. No quemarse sin usar crema solar significa que no ha habido daño en la piel. Falso: Tu piel puede sufrir daños por el sol que no son perceptibles a simple vista y que aceleran el envejecimiento, provocan hiperpigmentación y aumentan el riesgo de cáncer de piel.

8. No tengo que aplicarme un protector solar cuando llevo mascarilla. Falso: La mascarilla no bloquea la radiación UV.

9. Aplicar productos como aceite de oliva, Coca-Cola o nívea mientras estamos tomando el sol nos pone más morenos. Falso: El único producto que protege de la radiación solar y favorece una pigmentación controlada y sin daños en la piel es el protector solar.