11 Consejos para cuidar tus pies.

Los pies necesitan unos cuidados y atención diarios, ya que están sometidos a grandes esfuerzos. ¡Soportan todo nuestro peso a diario! Mantener una higiene podal adecuada y frecuente es básico para prevenir infecciones. Un pie cuidado es un pie sano.

1. Crema solar. ¡Los pies también se queman!

2. Asea tus pies a diario. Asegúrate de lavar bien los tobillos, uñas y espacio entre los dedos.

3. Sécalos bien. El exceso de humedad, el calor y restos de jabón favorecen la proliferación de hongos y bacterias. Es importante dedicar un tiempo a secar bien los pies insistiendo entre los dedos antes de poner cualquier calzado.

4. Hidrátalos después del lavado. El talón es la zona del pie más propensa a agrietarse

5. Hazte un masaje al aplicar la crema abarcando desde el talón hasta el tobillo y con dedicación a la planta y al empeine.

6. Presta atención a la pedicura. Córtalas en forma recta/cuadrada para evitar que al crecer se encarne.

7. Usa calcetines de fibras naturales. Usa algodón y evita las fibras sintéticas que impiden la transpiración.

8. El calzado, mejor cómodo y adaptado a ti. Flexible, transpirable, de anchura adecuada a tu pie y cómodo. Los tacones altos deben evitarse dentro de lo posible.

9. Ejercítalos con regularidad. Estira y recoge los pies a menudo, mueve los dedos y gira los tobillos para mantener las articulaciones, tendones y músculos activos.

10. Protégelos en espacios públicos. Usa chanclas o escarpines en piscinas para evitar infecciones por hongos y verrugas. OJO: Evita el uso de chanclas en trayectos largos. Su poca sujeción puede generar inestabilidad y patologías como fascitis plantar.

11. Consulta a tu farmacéutico acerca de soluciones podológicas.

 

Causas del olor de pies y cómo evitarlo.

Los pies tienen más de 250.000 glándulas sudoríparas, por tanto, es frecuente que a veces tengan mal olor. Actualmente esta patología se asocia a una falta de higiene, pero en realidad hay muchos otros factores que causan el mal olor.

Causas del mal olor:

Existen diversos factores relacionados con el exceso de sudor y por tanto del mal olor, de los cuales, muchos de ellos no están relacionados con la falta de higiene. Algunos son:

• Hormonales.

• Alimentación.

• Estrés y ansiedad.

• Infecciones por hongos y bacterias en los pies.

• Uso de calzado o calcetines que no dejen transpirar la piel.

• Enfermedades metabólicas, renales o hepáticas.

• Tratamientos farmacológicos.

• Consumo de alcohol o tabaco.

Tratamientos:

• Cuidado de la higiene del pie. Lávalos a diario con jabón desinfectante. El secado es muy importante sobre todo entre los dedos donde en muchas ocasiones se localiza una maceración que provoca el mal olor. En los baños puedes añadir una cucharada de bicarbonato que actúa directamente sobre las bacterias que generan mal olor.

• Usa sprays o talco para evitar el exceso de humedad.

• Usa chanclas o escarpines en baños, vestuarios y piscinas.

• Usa calcetines de algodón y evita las fibras sintéticas.

• Usa calzado de material natural como el cuero ya que favorece la transpiración. Es importante airearlos cuando llegamos a casa.

• Visita al podólogo si este problema persiste en el tiempo.

¿Hongos en las uñas?

La onicomicosis es una infección en las uñas que se produce principalmente en los pies. Es una patología contagiosa y muy frecuente en la población, sobre todo en hombres de edad adulta.

El medio de contagio idóneo para los hongos es la humedad, que se incrementa con el exceso de sudoración propio de los pies, o por un mal secado, entre otros. También puede contraerse a través de las piscinas, vestuarios o duchas públicas. Por ello es fundamental usar chanclas en estas instalaciones.

No siempre procede de un contagio. Puede ocurrir que el hongo esté en la superficie de la piel anteriormente, pero las condiciones de calor y humedad generan su proliferación.

Por tanto, algunas de las causas son:

• Verano. Altas temperaturas y humedad.

• Sudoración excesiva.

• Haber sufrido pie de atleta.

• Edad. Aumentan las probabilidades con el paso de los años.

• Tener un problema de salud que derive en un sistema inmune más débil.

• Contagios.

¿Cuáles son los síntomas?

• Variación de color. La uña varía de color desde blanquecina amarillenta al principio hasta oscurecerse a medida que la infección se va desarrollando.

• Engrosamiento de la uña. Puede acabar en una destrucción total de la uña.

• Deformidad. La uña puede tener un tacto irregular, estar más frágil de lo normal e incluso descamada.

En Farmacia Paracuellos te recomendamos las soluciones más eficaces para este tipo de patología para que puedas lucir unos pies bonitos este verano.