Todo tratamiento que conlleve la necesidad de la toma de algún fármaco (a dosis terapéuticas y no tóxicas), lleva implícita la posibilidad de que estos desarrollen, efectos adversos. Alguno de estos efectos, en relación con la acción farmacológica del medicamento, son predecibles y otras no, son impredecibles, en relación con la respuesta inmunológica del individuo (alérgicas) o mecanismos genéticos relacionados con deficiencias metabólicas o enzimáticas (idiosincráticas y de intolerancia).


Las reacciones alérgicas son aquellas en la que está implicado un mecanismo inmunológico y la re-exposición al fármaco y que desencadenará nuevamente reacción, a menudo de mayor gravedad que en el episodio anterior.

Las reacciones alérgicas pueden clasificarse por:

  1. Su sintomatología:
    • Reacciones tipo I: Incluyen urticaria, angioedema, anafilaxia y síntomas respiratorios como crisis de bronco espasmo.
    • Reacciones tipo II y III: Incluyen la vasculitis, la fiebre medicamentosa, los exantemas cutáneos, la enfermedad del suero o la nefritis por fármacos.
    • Reacciones tipo IV: incluyen cuadros como eccema, el exantema fijo y algunos exantemas.
  2. Tiempo de aparición de los síntomas desde la administración del fármaco:
    • Inmediatas: Suceden en la primera hora tras la administración del fármaco. Pueden ser leves (urticaria, por ejemplo) pero también graves como la anafilaxia. Suele responder a mecanismos IgE mediados
    • No inmediatas: Abarcan un periodo variable de tiempo. Se han dividido en aceleradas (entre 1 y 72 horas tras la toma del fármaco) y tardías (más de 72 horas después). Suelen producirse por mecanismos no dependientes de IgE e incluyen reacciones cutáneas leves como urticarias y exantemas, y cuadros graves, como las enfermedades descamativas de Stevens-Johnson (SSJ) o la necrólisis epidérmica tóxica (NET), el eritema exudativo multiforme, la enfermedad del suero y las afectaciones sistémicas como nefritis, alteraciones en células sanguíneas o la afectación hepática.


El grupo de antibióticos que produce la mayoría de las reacciones alérgicas producidas por fármacos, concretamente un 47% de las reacciones alérgicas, son los betalactámicos y en concreto la AMOXICILINA (hasta un 29% de todas las consultas por fármacos y hasta un 63% de las reacciones causadas por los betalactámicos) la que origina el mayor número de consultas por alergias actualmente, mientras que en el pasado fueron las penicilinas naturales.
Los antibióticos betalactámicos son, por tanto, los fármacos más frecuentemente implicados en las reacciones alérgicas que son finalmente estudiadas en los servicios de alergología.


Aparte de las reacciones alérgicas que pueden tener los antibióticos, hay que tener muy en cuenta el USO INDEBIDO de estos, dado que los microorganismos, al no usar las dosis adecuadas (terapéuticas) ni el tratamiento adecuado (haciendo especial hincapié en la duración del mismo), crean RESISTENCIA frente al antibiótico lo cual es un problema de salud pública mundial con consecuencias de morbi-mortalidad en los hospitales y con pérdidas económicas para las instituciones de la salud.